ACTA N.º 83-2017


Sesión solemne celebrada por el Tribunal Supremo de Elecciones a las diez horas con diez minutos del cuatro de octubre de dos mil diecisiete, con asistencia del señor Magistrado Luis Antonio Sobrado González -quien preside-, la señora Magistrada Eugenia María Zamora Chavarría, el señor Magistrado Max Alberto Esquivel Faerron, la señora Magistrada Zetty María Bou Valverde y el señor Magistrado Luis Diego Brenes Villalobos, acompañados en la mesa principal por el señor Presidente de la República, Luis Guillermo Solís Rivera, el señor Presidente de la Asamblea Legislativa, Gonzalo Ramírez Zamora, el señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Chinchilla Sandí y en presencia del señor Ministro de Seguridad Pública, Gobernación y Policía, Luis Gustavo Mata Vega y altos personeros del Gobierno de la República, del Cuerpo Diplomático acreditado en el país, de representantes de los partidos políticos inscritos y público invitado.


ARTÍCULO PRIMERO. El señor Magistrado Presidente Sobrado González procede a abrir la sesión solemne de convocatoria a elecciones presidenciales y legislativas 2018.

ARTÍCULO SEGUNDO. El señor Secretario General del Tribunal Supremo de Elecciones, Erick Adrián Guzmán Vargas, da lectura al decreto n.° 11-2017, el cual se procede a firmar, por parte de los señores Magistrados, en el mismo acto y que literalmente dice:

"N.º 11-2017        

EL TRIBUNAL SUPREMO DE ELECCIONES

De conformidad con lo establecido en los artículos 9, 99, 102 inciso 1), 106, 107, 116, 133, 134, 136 y 138 de la Constitución Política; 52 inciso k), 142, 147, 148, 150, 151, 166, 187, 202 y 205 del Código Electoral,

DECRETA

ARTÍCULO PRIMERO.- Se convoca a todos los ciudadanos inscritos como electores en el Departamento Electoral del Registro Civil para que, ejerciendo el derecho fundamental al sufragio en votación DIRECTA Y SECRETA, concurran a las respectivas juntas receptoras de votos el día domingo cuatro de febrero de dos mil dieciocho, a fin de que procedan a elegir Presidente y Vicepresidentes de la República para el período constitucional comprendido entre el ocho de mayo de dos mil dieciocho y el ocho de mayo de dos mil veintidós y Diputados a la Asamblea Legislativa para el período constitucional comprendido entre el primero de mayo de dos mil dieciocho y el treinta de abril de dos mil veintidós. Las elecciones se efectuarán en todo el territorio nacional, desde las seis hasta las dieciocho horas de ese día, ininterrumpidamente, según lo establece el artículo 166 del Código Electoral. En el extranjero y únicamente para la elección de Presidente y Vicepresidentes de la República, conforme al artículo 187 del Código Electoral, la votación se efectuará desde las nueve hasta las diecinueve horas, de acuerdo con los husos horarios de las respectivas zonas geográficas en las que se instalen juntas receptoras de votos.

ARTÍCULO SEGUNDO.- Según lo preceptuado en el artículo 106 de la Constitución Política, los cincuenta y siete Diputados a la Asamblea Legislativa se elegirán por provincias, en cantidades proporcionales a la población de cada una de ellas y de acuerdo con el censo general de población más reciente, el cual para la elección a la que aquí se convoca, corresponde al del año dos mil once. Se elegirá, en consecuencia, el siguiente número de Diputados por provincia:

CANTIDAD DE DIPUTADOS A ELEGIR POR PROVINCIA

PROVINCIA

CANTIDAD

SAN JOSÉ

19 (DIECINUEVE)

ALAJUELA

11 (ONCE)

CARTAGO

7 (SIETE)

HEREDIA

6 (SEIS)

GUANACASTE

4 (CUATRO)

PUNTARENAS

5 (CINCO)

LIMÓN

5 (CINCO)

TOTAL

57 (CINCUENTA Y SIETE)


ARTÍCULO TERCERO.- En atención a lo que establece el artículo 151 del Código Electoral, los partidos políticos que participen en la elección de Diputados designarán, además, un exceso de candidatos a esos cargos de un veinticinco por ciento, el cual será por lo menos de dos candidatos, por lo que deberán designar un exceso de cinco candidatos a Diputados por la provincia de San José, tres por Alajuela y dos por cada una de las demás provincias.

ARTÍCULO CUARTO.- El plazo para la presentación de solicitudes de inscripción de candidaturas ante el Registro Electoral vence a las dieciséis horas del día viernes veinte de octubre de dos mil diecisiete, según lo establecido en el artículo 148 del Código Electoral.

ARTÍCULO QUINTO.- De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 138 de la Constitución Política, en caso de empate en la elección Presidencial sea en la primera elección o, de ser necesaria, en la segunda se tendrá por elegido Presidente al candidato de mayor edad de entre las nóminas que hubieren obtenido igual número de votos; asimismo, en caso de empate en la elección de Diputados se aplicará análogamente dicha norma y el artículo 202 del Código Electoral, en orden a tener por elegido al candidato de mayor edad de entre los que estuvieren disputando un escaño en situación de empate.

ARTÍCULO SEXTO.- Independientemente de la escala en la que estén inscritos los partidos políticos, las designaciones de los candidatos a Presidente, Vicepresidentes de la República y Diputados a la Asamblea Legislativa deberán recaer en ciudadanos que cumplan con los requisitos que establece el ordenamiento jurídico, en cada caso, y de conformidad con lo que prescriban sus propios estatutos sobre el particular, debiendo ser ratificadas por la asamblea superior de cada agrupación política, tal y como lo ordena el inciso k) del artículo 52 del Código Electoral.

ARTÍCULO SÉTIMO.- Conforme al artículo 142 del Código Electoral, a partir del día siguiente a esta convocatoria y hasta el propio día de las elecciones, se prohíbe a las instituciones del Poder Ejecutivo, de la administración descentralizada y de las empresas del Estado, a las alcaldías y los concejos municipales, difundir, mediante cualquier medio de comunicación, información publicitaria relativa a la obra pública realizada.

ARTÍCULO OCTAVO.- Comuníquese a los Poderes de la República, a la Contraloría General de la República, a la Procuraduría General de la República, a la Defensoría de los Habitantes y a los partidos políticos inscritos. Publíquese en el Diario Oficial y en el sitio web de este Tribunal.".

ARTÍCULO TERCERO. Los señores Luis Gustavo Mata Vega, Ministro de Seguridad Pública, Gobernación y Policía, y Mario Calderón Cornejo, Comisario de la Dirección General de Policía de Tránsito, trasladan el mando de la Fuerza Pública al Tribunal Supremo de Elecciones, entregando simbólicamente al señor Magistrado Presidente Sobrado González, los estandartes respectivos.

ARTÍCULO CUARTO. El señor Magistrado Presidente Sobrado González pronuncia el siguiente discurso:

"¡Buenos días!

Bienvenidos sean a la casa de la democracia costarricense, al Tribunal Supremo de Elecciones. Es este un día muy especial, no solo para la Institución sino para todo nuestro pueblo, porque hoy convocamos a los costarricenses a las urnas, a las elecciones presidenciales y de diputados a la Asamblea Legislativa. Arranca así formalmente el proceso electoral, durante el cual el mando de la Fuerza Pública pasa a manos de este Tribunal, distintos recursos del Estado son generosamente puestos a nuestra disposición y la sociedad costarricense, como un todo, se prepara para decidir. Es, en ese sentido, muchísimo más que un acto institucional. Es una cita en la agenda nacional, pues nos concierne a todos. Apúntenlo: el próximo 4 de febrero de 2018 tendremos las décimo sétimas elecciones generales en 65 años, desde que, por primera vez, este Tribunal organizara una elección presidencial y de diputados en 1953.

Ir a una nueva elección es siempre, para los costarricenses, un reencuentro con sus raíces, con su identidad. Nuestro café, nuestra biodiversidad, entre otros, nos distinguen en el mundo, pero nada lo hace tanto, ni suma tanto honor a nuestra humilde estirpe, como nuestra vocación democrática. No es este un pueblo de fastuosas ciudades lujosamente ornamentadas ni de formidables conquistas militares. Es un pueblo, eso sí, que siempre ha buscado organizar su vida en común en paz y libertad. Es un pueblo que sabe votar y sabe respetar el voto del vecino, y eso, que a fuerza de costumbre nos puede parecer poco, es mucho.

Es mucho, pero ya no es suficiente. Aunque durante estos 65 años hemos hecho con éxito elecciones libres y ello es excepcional en el mundo, ya no podemos conformarnos con eso. Hay que elevar el estándar. Poner el listón más alto. Porque esta joven nación está alcanzando ya la edad adulta y porque los desafíos que enfrenta, como proyecto de vida colectiva, son formidables. El próximo 4 de febrero elegiremos al Gobierno bajo cuya conducción cruzaremos el umbral de los 200 años de vida independiente y será un Gobierno que, ya los propios 1° y 8 de mayo del año entrante, tendrá que buscar, sin respiros ni tiempo de acomodo, la solución a problemas pospuestos por décadas. Pero antes que a los futuros gobernantes, la complejidad de nuestros desafíos nos reta a nosotros como ciudadanos. Nos exige algo más que solo votar. Nos exige hacerlo de manera informada, inteligente. Un voto informado es un voto inteligente. Y solo el voto inteligente es un ejercicio responsable de la ciudadanía.

Este llamado al ejercicio responsable de la ciudadanía será nuestro mensaje central, como Tribunal, durante todo el proceso electoral. Apelaremos a los partidos, claro, y también a la prensa. A los partidos, a que no malgasten esta campaña en insultos y banalidades. Los procesos electorales son, también, escuelas de civismo para las nuevas generaciones. Recuerden: hay niños viéndolos y oyéndolos. Y a la prensa, para que sumen su fuerza y conocimiento para ofrecernos a los costarricenses la mejor información y la más oportuna cobertura de este proceso electoral. Pero nuestro mensaje central, como les decía, irá dirigido a la ciudadanía. Son ustedes, costarricenses, quienes pueden exigirles a los candidatos (y también a los medios de comunicación) que hablen de lo importante; que no reduzcan esta campaña a rencillas personales ni a pirotecnia publicitaria; que no perdamos esta valiosa oportunidad que nos da la democracia de discutir razonablemente sobre nuestros problemas vitales y buscarles solución entre todos.

Siempre lo he dicho y no me cansaré de hacerlo: los procesos electorales son de los ciudadanos. No del Tribunal ni de los candidatos… de los ciudadanos. El ciudadano está en el centro del proceso electoral porque los partidos son asociaciones de ciudadanos para la participación política; porque el que elige (y así lo decide todo) es el ciudadano; y porque los intereses más importantes que se juegan en las urnas no son los de este Tribunal, como tampoco los de los partidos políticos, sino los intereses y aspiraciones de los ciudadanos.

A los ciudadanos no solo les insistiremos en que vayan a votar. Todos están llamados a hacerlo y pueden confiar en que, una vez más, el Tribunal Supremo de Elecciones velará porque lo hagan en paz, libertad y sabiendo que su voto será protegido. Pero ahora el reto es mayor. No basta ya con abrocharse el cinturón de seguridad y ponerse en marcha. Vamos a cruzar el Zurquí en medio de un aguacero torrencial y con la más densa neblina. Es imperioso poner las luces altas, abrir muy bien los ojos y agudizar el oído. Toda nuestra atención debe estar sobre la carretera, porque los peligros son muchos y distraerse podría tener consecuencias fatales.

Antes de votar, busquen información de calidad sobre los aspirantes, sus ideas y trayectorias. Pónganse en guardia frente a rumores y anónimos, con una actitud crítica a la hora de consumir información. Frente a cualquier afirmación, positiva o negativa, vean si está respaldada, la credibilidad de quien la dice y con qué pruebas lo hace. Y no se queden con solo una parte de la historia. Traten de escuchar lo que los otros tienen que decir y pónganlo en la balanza. Informarse no es atiborrarse de datos y noticias. Requiere reflexión y discernimiento de su parte; criterio para aprovechar y no ahogarse en un mar de mensajes contradictorios. Así como nadie podrá votar por usted, nadie podrá decidir por usted. A usted, costarricense, le toca decidir. Tomar toda esa información y pensar quiénes son las personas y cuáles son las propuestas más convenientes para el país. Y entonces sí, votar. Votar como un ciudadano responsable, como una persona que se respeta lo suficiente a sí misma como para respetar la forma en que vota.

Amigos, permítanme concluir con una reflexión: el 4 de febrero no solo celebraremos una elección presidencial y de diputados 65 años después de que este Tribunal organizara la primera. El 4 de febrero no solo elegiremos al Gobierno con el que arribaremos, como pueblo independiente, al bicentenario de nuestra andadura sobre la faz de la tierra. El 4 de febrero votarán, por primera vez, costarricenses nacidos en el año 2000. Una nueva generación que ha crecido en un mundo digital, en un mundo, en general, muy distinto al de quienes ya peinamos canas.

Lo digo yo, que en 2018 cumpliré 40 años de haber salido del colegio. Lo digo como padre. Lo digo pensando en esos 7.227 muchachos que nacieron entre el primero de enero y el 4 de febrero del año 2000 y que podrán votar en estas elecciones. Pienso, por ejemplo, en María José, esa muchacha que aún es menor de edad pero que el 4 de febrero ya tendrá 18 años y podrá votar. ¡Tiene toda la vida por delante!... y por eso, solo por eso, se juega mucho más que yo en estas elecciones. No es difícil saber lo que quiere y, la verdad, es lo mismo que yo quiero para ella, para mis hijas y para los hijos de nuestros hijos: un planeta que deje de calentarse, que no oscile entre la garganta seca de la sequía y la devastación y muerte de la inundación. Un país en el que María José pueda estudiar, formarse y desarrollar al máximo su talento en un trabajo bien remunerado. Un país en el que, sin necesidad de ser rica, María José tenga cobertura médica y acceso a la cultura, al arte y al ocio. Un país en el que, por ser mujer, no tenga menos oportunidades, menor salario y en el que pueda andar por la calle sin temor a ser acosada. Un país en el que María José, tras años de trabajo y cuando las fuerzas ya no sean las mismas, tenga la tranquilidad de una pensión para una vejez digna.

Este próximo 4 de febrero los viejos tenemos la obligación de votar pensando en ellos, las nuevas generaciones, y ellos tienen la obligación de tomárselo muy en serio, tan en serio como su futuro. Por eso invitamos hoy, para que nos acompañaran, a estos muchachos, a estos estudiantes presentes en el Auditorio. Adolescentes, incluso niños, que en esta ocasión no votarán, pero que están en el proceso formativo más importante: ese en el que uno se gradúa a los 18 años como ciudadano y, como diploma, recibe una cédula de identidad. Muchachos, vamos a votar pensando en ustedes.

Costarricenses, adelante. Son cuatro meses para informarse y pensar. No tienen que preocuparse por nada más. De la organización ya nos ocuparemos nosotros, que sabemos hacerlo y muy bien. El cuatro de febrero tendremos las papeletas y las urnas listas. Usarlas de forma responsable y hacer un voto informado, inteligente, depende de usted.

¡Muchas gracias!"

ARTÍCULO QUINTO. El señor Magistrado Presidente Sobrado González levanta la sesión solemne.

A las diez horas con cincuenta minutos terminó la sesión.






Luis Antonio Sobrado González




Eugenia María Zamora Chavarría




Max Alberto Esquivel Faerron




Zetty María Bou Valverde




Luis Diego Brenes Villalobos